El vecinito

Cuando cerró la puerta del portal, la cogió por detrás y apretó el cuerpo de ella contra el suyo para sentir sus posaderas en él. La llevó hasta el ascensor mordisqueándole el cuello, y magreando sus pechos, al mismo tiempo que apretaba los pezones. Ella cerraba los ojos para dejarse fluir en el gozo del placer. Llamó al ascensor, la giró hacia él y comenzó a besarla. Ella flipó con la situación, nunca se imaginó que el vecinito de arriba, ese que
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